
Sinopsis:
Segunda y formidable entrega de la serie del comandante Verhoeven: la gran novela que supuso el inicio de la fulgurante carrera internacional de Lemaitre
Han pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre su vida, y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesto del todo cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex, una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y el no se lo perdonaría nunca.
El autor de Vestido de novia e Irene vuelve a sacudirnos con este thriller escalofriante, una trama diabólica e imprevisible que lo confirma como el rey de la novela negra. Alex catapultó a Lemaitre a la fama internacional, al ser aclamado como el sucesor de Stieg Larsson; hoy su estilo es reconocido como único e inconfundible y cuenta con una legión de seguidores.
Opinión:
Vaya experiencia ha sido sumergirme en Alex, de Pierre Lemaitre. Después de que Irène me dejara con el corazón en un puño, tenía las expectativas muy altas para esta segunda entrega de la serie del comandante Camille Verhoeven, publicada en 2011 en Francia y en 2015 en español. Y no solo las cumplió, sino que, en muchos sentidos, me atrapó aún más con su mezcla de suspense, psicología retorcida y giros que te hacen dudar de todo.
La historia arranca cuatro años después del caso de “el Novelista” en Irène, con Camille Verhoeven todavía marcado por los terribles acontecimientos. Desde entonces, solo acepta casos menores, como si quisiera mantenerse a salvo del caos. Pero cuando una joven llamada Alex es secuestrada en París, se hace cargo de la investigación y, junto a su equipo, se lanza a una carrera contrarreloj para encontrarla. Sin embargo, el caso pronto se convierte en algo mucho más complejo y oscuro.
La ambientación es puro Lemaitre: un París crudo, lejos de los clichés turísticos. Olvidaos de cafés encantadores; aquí hay callejones húmedos, pisos cutres y espacios que rezuman tensión. Los escenarios del secuestro, en particular, son tan vívidos que casi puedes sentir el frío, la humedad, el miedo. Lemaitre tiene talento para pintar lugares con pocas palabras, pero con tanto detalle que te metes de lleno en ellos. Algunos, especialmente los más claustrofóbicos, son tan inquietantes que estás con los nervios a flor de piel. Comparado con Irène, donde el París de 2003 era más funcional y los crímenes ocurrían en espacios cerrados pero menos variados, Alex expande la paleta: hay más movimiento entre lo urbano y lo íntimo, pero persiste la misma atmósfera opresiva.
La estructura de Alex es un rompecabezas mayúsculo, dividida en tres actos que reflejan el cambio constante en la percepción del lector. El primero te sumerge en el secuestro desde múltiples perspectivas, con capítulos cortos cuyo foco alterna entre Alex y Camille, principalmente. La segunda y tercera parte cambian el ritmo, introduciendo giros que te obligan a replantearte todo. A diferencia de Irène, que tiene una división más clara en dos bloques (investigación y clímax), aquí Lemaitre juega con el tiempo y las perspectivas, creando una narrativa fragmentada que mantiene al lector desorientado. El narrador, omnisciente pero íntimo, te mete en la cabeza de Alex y Camille, haciéndote sentir sus emociones en carne propia. Esto marca una gran diferencia con Irène, donde el enfoque estaba más en Camille y la acción externa. Aquí, la introspección en Alex añade una capa de profundidad que te hace empatizar, dudar y hasta temer por ella.
Camille Verhoeven sigue siendo el alma de la serie. Es un detective brillante pero frágil, con su humor seco y su baja estatura (1,45 metros) como rasgos que lo hacen único. Su evolución desde Irène es notable: aquí está más curtido, pero también más vulnerable, lo que percibimos por los recuerdos que evoca en cada paso de la investigación.
La pesadilla en la vida de Camille comenzó en un segundo parecido a este. Por eso su corazón late ahora con fuerza, resuena, le zumban los oídos. La culpabilidad que creía adormilada se ha despertado.
Alex, la otra gran protagonista, es un enigma fascinante. Al principio la ves como víctima, pero según avanza la investigación se van desvelando capas que te hacen cuestionar quién es realmente. No quiero soltar spoilers, pero su complejidad es uno de los puntos fuertes de la novela. Los secundarios, como Louis, el colega culto de Camille, o Le Guen, su jefe, aportan un equilibrio perfecto, aunque algunos, como ciertos policías, siguen siendo algo planos.
Es imposible no echarse a llorar cuando uno se halla frente a uno mismo.
Otro de los aspectos que más me han fascinado de la novela es la tensión constante; la angustia que te acompaña desde la primera página. Lemaitre usa los giros argumentales con maestría: cada vez que crees tener una hipótesis sólida, un nuevo plot twist la hace pedazos. Comparado con Irène, donde el giro final era un puñetazo emocional, Alex tiene múltiples giros que cambian tu percepción de los personajes, especialmente de Alex. Los giros son imprevisibles, pero no gratuitos, y cada uno está cuidadosamente tejido en la trama. La metaliteratura, otra marca de Lemaitre, sigue presente: hay referencias a clásicos que enriquecen la lectura (anoté un par de títulos para explorar después). Esto conecta con Irène, pero aquí las referencias son más sutiles, integradas en la psicología de los personajes más que en los crímenes.

El estilo de Lemaitre en Alex es más introspectivo que en Irène. Mientras que en la primera novela el ritmo era frenético y las descripciones más crudas, aquí se toma su tiempo para explorar las mentes de Alex y Camille. Las frases son directas, pero hay un toque poético en cómo describe el miedo o la desesperación. Los diálogos son ágiles, con ese humor negro que alivia la tensión, y la violencia, aunque presente, es más psicológica que gráfica. No me malinterpretéis: hay escenas duras, pero el impacto viene más de la angustia que de la sangre. Comparado con Irène, que era visceral y explícita, Alex apuesta por ponerte en la piel de los personajes, haciendo que la angustia sea casi física. Lemaitre sigue siendo cinematográfico, con escenas que podrías ver en pantalla grande.
Alex fue un éxito rotundo, ganando el CWA International Dagger Award en 2013 y el Prix des lecteurs du Livre de Poche en 2012, lo que refleja su impacto en el género. En comparación, Irène era más cruda y lineal, mientras que Alex es más compleja y psicológica. Ambas son intensas, pero Alex te manipula más, jugando con tus prejuicios y expectativas.
Las fortalezas de Alex son su ritmo, los giros imprevisibles y la profundidad de sus dos protagonistas. Si tuviera que señalar una debilidad, diría que algunos secundarios podrían tener más peso, y que en ciertos momentos el ritmo se ralentiza por las descripciones introspectivas. Pero son detalles menores frente a una novela que te mantiene en vilo. Alex es para quienes buscan un noir que no solo entretiene, sino que te hace dudar de todo.
Yo, desde luego, ya estoy lista para seguir con Camille Verhoeven, porque Lemaitre en este género tiene un don: atrapa, agita y no te suelta.
Mi valoración: 4.5/5
Serie comandante Camille Verhoeven:
- Irène
- Alex
- Rosy & John
- Camille

Pierre Lemaitre (París, 1951) estudió Psicología, creó una empresa de formación pedagógica e impartió clases de literatura. Autor tardío, en 2006 ganó el premio a la primera novela policíaca en el festival de Cognac con Irène, primera entrega de una serie que incluye Alex, Rosy & John y Camille. Consagrado como uno de los escritores más populares de hoy, con más de tres millones de lectores, su carrera literaria dio un vuelco con Nos vemos allá arriba (Premio Goncourt 2013), primer volumen de «Los hijos del desastre», una aclamada trilogía editada por Salamandra que sigue con Los colores del incendio y El espejo de nuestras penas. En Salamandra han aparecido también el Diccionario apasionado de la novela negra, y las novelas Tres días y una vida, La gran serpiente y El ancho mundo, y las tres entregas de su saga «Los años gloriosos»: El ancho mundo, El silencio y la cólera y Un futuro prometedor.
FICHA TÉCNICA DE MI EDICIÓN:
Título en español: Alex
Título original: Alex
Serie: Camille Verhoeven #2
Autor: Pierre Lemaitre
Traducción: Artur Jordà
Editorial: Alfaguara
Género: Novela Negra
Encuadernación: Rústica
Dimensiones: 24 x 15 cm
ISBN: 9788420410869
Fecha de edición: 08/10/2015
Páginas: 392
Otro formato: ebook
E-ISBN: 9788420479866
Idioma: Español
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A ti por pasarte por aquí.
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