Sinopsis:
El libro que lanzó a la fama a Agatha Christie. El asesinato de Roger Ackroyd rompió todas las reglas de la novela policíaca y convirtió a Agatha Christie en un nombre reconocible. Roger Ackroyd sabe demasiado. Sabe que la mujer que ama envenenó a su brutal primer marido. También sospecha que alguien la ha estado chantajeando. Ahora, trágicamente, le llega la noticia de que se ha quitado la vida con una sobredosis de drogas.
Pero el correo de la tarde trae a Roger una última y fatal información, que puede aportar alguna luz sobre la identidad del chantajista. Por desgracia, antes de que pueda terminar de leerla, es apuñalado por la espalda hasta morir.
Si usted no sabe nada de este libro le damos dos consejos: no comentarlo con nadie, y leerlo a toda velocidad, ya que contiene una de las mayores sorpresas de la historia de la novela negra.
Opinión:
Para seguir con los clásicos y, al mismo tiempo, cumplir con los retos literarios de este año (veánse banners de la web), hemos seleccionado El asesinato de Roger Ackroyd, entre las obras escogidas de Agatha Christie que incluye nuestro volumen de la colección «El Lince Astuto» de Aguilar.
Publicada en 1926, El asesinato de Roger Ackroyd es una de las novelas más célebres de Agatha Christie y un hito en la literatura de misterio. Su impacto en el género fue tan significativo que redefinió las reglas de la novela policíaca, generando un debate que aún persiste. Con esta obra, Christie consolidó su maestría en el arte del engaño literario, ofreciendo una historia que desafía al lector con una de las revelaciones más sorprendentes de la literatura detectivesca.
Para situarla en el contexto y entender mejor lo que supuso su publicación, en la década de 1920 la novela de misterio vivía un auge gracias a autores como Arthur Conan Doyle, G.K. Chesterton y Dorothy L. Sayers. Sin embargo, Christie introdujo innovaciones que la diferenciaron de sus contemporáneos, particularmente con la estructura de sus tramas y el desarrollo de su detective estrella, Hércules Poirot.
En El asesinato de Roger Ackroyd, Christie llevó la manipulación narrativa a un nivel inédito para la época, desafiando el concepto clásico de la “regla de oro” del misterio, que dictaba que el lector debía tener acceso a las mismas pistas que el detective. Su desenlace fue considerado por algunos críticos como una trampa, pero con el tiempo la novela fue reivindicada como una obra maestra. Y lo es, así que si no la habéis leído o vuestro conocimiento de la obra se limita al capítulo correspondiente de la serie de televisión británica Agatha Christie’s Poirot con David Suchet en el papel del famoso detective, rescatadla de vuestra lista de lecturas pendientes. No os arrepentiréis.
La historia transcurre en el apacible pueblo de King’s Abbot. El narrador, el Dr. Sheppard, es el médico local y amigo de Roger Ackroyd, un acaudalado terrateniente que pronto se convierte en víctima de asesinato. Ackroyd es encontrado muerto en su despacho, apuñalado con una daga. Su muerte ocurre poco después de recibir una carta en la que se revelaba la identidad de un chantajista relacionado con el suicidio de su amante, la señora Ferrars.
Hércules Poirot, quien se ha retirado a vivir en el pueblo y se afana por cultivar hermosos calabacines, es convocado para resolver el crimen. Y como es característico de las novelas de Agatha Christie, a medida que avanza la investigación, se presentan numerosos sospechosos cuya función es despistarnos: la familia de Ackroyd, sus empleados y otras figuras de la comunidad, todos con secretos que ocultar.
El protagonista de El asesinato de Roger Ackroyd, claro está, es Hércules Poirot, el famoso detective belga. Con su meticulosa lógica y métodos poco ortodoxos, demuestra una vez más su capacidad para ver lo que otros pasan por alto —aquí, su análisis psicológico de los sospechosos resultará fundamental—. El asunto es difícil. Pero… Hércules Poirot lo sabe todo.
Las pequeñas cosas son infinitamente las más importantes.
Entre los personajes principales cabe citar al Dr. Sheppard, el médico del pueblo, que actuará como ayudante de Poirot acompañándolo durante la investigación del caso, similar al Dr. Watson en las historias de Sherlock Holmes. Es además, el narrador de la historia y su papel en ella es crucial para el desenlace. También, a Caroline Sheppard, la hermana del doctor, una mujer curiosa e intuitiva que se entera de todo lo que pasa en el pueblo por el servicio y los proveedores; representa un contrapunto humorístico y perspicaz en la historia.
No es preciso que Caroline salga a buscar información. Se queda sentada y las noticias llegan a ella.
Flora Ackroyd es la sobrina de la víctima, cuya situación financiera y relación con el crimen la convierten en una sospechosa clave. Ralph Paton es el hijastro de Ackroyd y uno de los principales sospechosos; su desaparición tras el crimen lo coloca en el centro de la investigación. Asimismo, hay varios personajes secundarios como Héctor Blunt, comandante y conocido cazador retirado; Parker, mayordomo de los Ackroyd; Miss Gannett, solterona que representa la típica cotilla del pueblo; o Elizabeth Russell, ama de llaves de Roger Ackroyd.
No quiero decir mucho más sobre los personajes o el narrador para no destriparos la sorpresa del desenlace. Cuando lleguéis al final descubriréis lo brillante que fue Agatha Christie jugando con la confianza del lector y la capacidad que tenía para controlar la percepción de los acontecimientos. De hecho, la estrategia narrativa de la novela ha influido a generaciones de escritores de misterio.
El estilo de Agatha Christie es claro, preciso y sin excesos estilísticos. Mantiene al lector enganchado a la trama, proporcionando pistas y sospechosos de manera dosificada. Además, el ritmo es dinámico, los diálogos ágiles y las descripciones concisas, lo que favorece el avance de la historia. Por si fuera poco, aquí salpimenta el misterio con elementos de comedia y observaciones sobre la vida en un pueblo inglés, enriqueciendo la ambientación y aportando profundidad a los personajes secundarios.
Si entráis inocentes a la lectura, el desenlace os encantará aunque tire por tierra todas las teorías sobre la identidad del asesino que imaginasteis. De hecho, el final de El asesinato de Roger Ackroyd causó conmoción en su época. Algunos críticos lo consideraron injusto, mientras que otros lo celebraron como una genialidad. Con el tiempo, la novela se convirtió en un referente del género y ha sido estudiada como un modelo de la construcción del misterio.
La obra también marcó un punto de inflexión en la carrera de Christie. Si bien ya era una escritora reconocida, este libro la catapultó a la fama y demostró que podía innovar dentro del género. Desde entonces, ha sido objeto de múltiples análisis, adaptaciones teatrales y cinematográficas, consolidándose como una de las mejores novelas de misterio de todos los tiempos.
Cualquiera que disfrute del misterio y la deducción encontrará en esta novela un deleite literario difícil de olvidar. Pero estáis advertidos: el desenlace ofrece un giro inesperado que desafiará vuestra percepción como lectores.
Mi valoración: 5/5
Agatha Christie (1891-1976) fue una escritora británica y una de las autoras más influyentes del siglo XX, conocida como la “reina del crimen” por su prolífica producción de novelas de misterio. Nació en Torquay, Inglaterra, en una familia acomodada. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó como enfermera, experiencia que le proporcionó conocimientos sobre venenos, un recurso frecuente en sus historias.
En 1920 publicó su primera novela, El misterioso caso de Styles, donde presentó al detective belga Hércules Poirot, uno de sus personajes más icónicos. A lo largo de su carrera, escribió más de 80 novelas y colecciones de cuentos, destacándose Asesinato en el Orient Express (1934), Diez negritos (1939), Muerte en el Nilo (1937) y El asesinato de Roger Ackroyd (1926). También creó a Miss Marple, una astuta anciana detective, protagonista de varias de sus historias, como Un cadáver en la biblioteca (1942) y El caso de los anónimos (1950).
Christie también incursionó en el teatro con obras como La ratonera, la pieza teatral de mayor duración en la historia. Su legado sigue vigente y sus libros han sido traducidos a más de 100 idiomas, con adaptaciones al cine y la televisión que han mantenido su popularidad a lo largo de las décadas.
Nota: Mi edición Aguilar, de 1969 (que sirve de imagen para esta entrada), con prólogo de Salvador Bordoy Luque y traducción para El asesinato de Roger Ackroyd de G. Bernard de Ferrer, ya está descatalogada. En la actualidad, una buena edición desde el punto de vista calidad-precio es la editada por Espasa cuya sinopsis he utilizado al principio de esta reseña y cuya ficha técnica os añado a continuación —fijaos que es la misma traducción—.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO (edición Espasa):
Título: El asesinato de Roger Ackroyd
Título original: The murder of Roger Ackroyd
Autora: Agatha Christie
Traducción: G. Bernard de Ferrer
Género: Literatura clásica, novela policíaca, misterio
Editorial: Espasa
Páginas: 272
Fecha de publicación original: 1926
Fecha esta edición: 15/09/2015
Encuadernación: rústica
ISBN: 9788467045437 (formato papel)
Dimensiones: 23.0 x 15.0 cm
Idioma: Español
Despertares de Stonewall 
Annie,
Gracias por la reseña tan detallada sobre El asesinato de Roger Ackroyd. De hecho a raíz de ella, me decidí a leer el libro.
Me gustaría compartir mi opinión, aunque difiere bastante, y advertir que lo que sigue contiene spoilers así que recomiendo no leerlo si no se ha terminado el libro.
Entiendo que este libro es considerado una obra maestra por muchos, pero personalmente me ha dejado más frustrado que impresionado. Una cosa es que un narrador oculte información para mantener el suspense, algo habitual en las novelas de misterio, y otra muy distinta es que el narrador nos engañe deliberadamente desde el principio hasta el final. La revelación del culpable me pareció no solo impredecible, sino prácticamente imposible de deducir, porque el propio relato nos lleva por un camino que siento como una trampa.
Que esto se celebre como una genialidad me sorprende y, francamente, me indigna. Si leo una novela de misterio, espero tener una oportunidad justa de atar cabos, no que el juego esté amañado desde el inicio. Para mí, esto no es un giro brillante, sino una experiencia que termina sintiéndose como una pérdida de tiempo. No niego el ingenio de Agatha Christie, pero este enfoque narrativo me ha dejado decepcionado y, sí, bastante enfadado.
Agradezco de nuevo la reseña y el espacio para compartir puntos de vista.Un saludo.
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Elghinn, creo que todo depende del prisma con que se mire, o incluso de cómo somos como lectores, para decidir si Christie nos engaña o, más bien, nos sorprende.
En mi caso, como amante de la novela negra y el misterio, disfruto especialmente cuando un autor consigue manipularme dentro de las “reglas del juego” narrativo. Y sí, Christie lo hace aquí, sin duda. Pero si uno, al terminar, vuelve atrás y relee ciertos pasajes, se da cuenta de que el narrador no miente: simplemente omite. Juega con los silencios y las zonas grises, y de pronto todo cobra un nuevo sentido.
¿Nos manipula? Sí. ¿Hace trampas? En mi opinión, no. Lo que hace (y eso es lo que me fascinó) es llevar la figura del narrador poco fiable a un nivel que, en su momento fue casi revolucionario. Entiendo que eso pueda frustrar, especialmente si uno espera resolver el misterio con las mismas herramientas que el detective. Pero justamente en ese giro inesperado encontré yo la genialidad del libro.
Gracias por compartir tu opinión, me ha gustado mucho leerte.
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