Despertares de Stonewall

Durante décadas, la editorial Aguilar fue sinónimo de calidad, lujo y accesibilidad al gran patrimonio literario universal. Fundada en 1923 en España por Manuel Aguilar, esta casa editorial se destacó por su impresionante catálogo de autores clásicos y modernos, y por la excelencia en la manufactura de sus libros. Aguilar no solo publicaba grandes obras, sino que lo hacía con una dedicación artesanal que hoy es prácticamente inexistente.

Calidad inigualable: Encuadernaciones para toda la vida

Uno de los aspectos más distintivos de Aguilar era la calidad de sus ediciones. Sus libros estaban cosidos, encuadernados en piel o materiales de alta durabilidad, con papel biblia pero resistente, y en algunos casos, con letras doradas en la cubierta. Eran libros diseñados para perdurar, verdaderos tesoros que aún hoy pueden encontrarse en librerías de segunda mano —el resto forman parte de bibliotecas públicas y, sobre todo, de colecciones privadas—, con el lomo intacto y las páginas en perfecto estado, sin amarillear, algo impensable en muchas ediciones actuales.

Mientras que hoy en día las ediciones de lujo suelen limitarse a tiradas exclusivas y a precios exorbitantes, Aguilar ofrecía una calidad excepcional en ediciones accesibles para el público general. No era necesario gastar una fortuna para poseer una obra bien encuadernada que resistiera el paso del tiempo.

Todo un autor en uno o dos tomos

Otro de los grandes aciertos de Aguilar era su capacidad para reunir en pocos volúmenes la obra completa de un autor. En lugar de necesitar decenas de libros para leer a un escritor, Aguilar publicaba ediciones compactas, muchas veces en papel biblia, que permitían a los lectores acceder a la totalidad de su producción en uno, dos o tres tomos.

Hoy, en cambio, adquirir la obra completa de un autor es una tarea titánica: las editoriales fragmentan las colecciones, publican selecciones parciales y fuerzan al lector a comprar múltiples volúmenes, cada uno con precios elevados. Incluso cuando un autor cuenta con ediciones completas, rara vez se encuentran en una misma editorial, obligando a mezclar estilos de encuadernación y calidad dispar.

Autores que han desaparecido del mercado editorial

Otro valor incalculable de Aguilar era su compromiso con la publicación de autores que hoy son prácticamente imposibles de encontrar en librerías. La editorial apostaba por escritores cuya relevancia cultural merecía preservarse, incluso si no eran los más vendidos del momento. Hoy, el mercado editorial está dominado por criterios comerciales donde solo se reeditan los nombres más rentables, dejando en el olvido a numerosos autores que fueron esenciales en su tiempo.

Gracias a Aguilar, generaciones de lectores pudieron descubrir y conservar en sus bibliotecas a autores que hoy solo pueden encontrarse en librerías «de viejo» o en ediciones digitales de dudosa calidad.

La desaparición de Aguilar como una editorial de referencia marca el final de una era en la que los libros no solo eran contenedores de historias, sino objetos creados para durar toda la vida. Su legado sigue vivo en las estanterías de coleccionistas y bibliófilos que valoran la calidad de sus ediciones, pero el panorama actual difícilmente permitirá que surja una editorial con un compromiso similar.

En un mundo donde los libros se han convertido en productos efímeros y cada vez más costosos, la falta de editoriales como Aguilar es un recordatorio de lo que hemos perdido: ediciones accesibles, duraderas y con un respeto absoluto por el lector y por la obra literaria.

¿Estáis de acuerdo con nosotros? ¿Tienes en tu biblioteca alguna de estas joyas de la editorial Aguilar? Cuéntanos…