Sinopsis:
Un día de junio de 2019 en Londres, a la orilla del río Támesis, aparece una bolsa llena de huesos; son los restos de una mujer que murió años atrás asesinada de un golpe en la cabeza.
En la bolsa se hallan también las semillas de un árbol poco común que llevan al inspector de policía Samuel Owusu, responsable del caso, a una mansión en Chelsea. Mansión en la que, treinta años antes, fueron hallados tres muertos y un bebé abandonado.
Solo revisitar el pasado conseguirá recomponer las piezas de este rompecabezas familiar y sacar a la luz secretos que quedaron enterrados mucho tiempo atrás.
Opinión:
Aún siguen aquí, publicada en 2024, es la secuela de Dentro de casa, el thriller psicológico con el que conocí a Lisa Jewell. Esta segunda parte retoma los hilos de aquel pasado perturbador y los lleva un paso más allá, explorando las consecuencias que siguen presentes en la vida de sus protagonistas. La historia arranca en Londres, en 2019, cuando aparece una bolsa con restos humanos a orillas del Támesis. El hallazgo se conecta de inmediato con la mansión de Chelsea, el escenario central del primer libro. A partir de ahí, la autora construye una trama que entrelaza misterio, relaciones familiares marcadas por el trauma y secretos que insisten en salir a la luz.
Como lectora, empecé esta continuación con ganas (si no has leído Dentro de casa, te sentirás perdido hasta que logres conectar todos los hilos), pero también con cierta cautela. Me preguntaba si lograría sostener el interés y la atmósfera inquietante que me había atrapado en la primera novela. Y aunque me pareció más madura, también deja sensaciones encontradas.
La atmósfera sigue siendo uno de los aspectos que considero más logrados. Aunque la mansión de Chelsea pierde protagonismo, conserva esa inquietud sorda que la rodeaba. Jewell sabe hacer que los espacios hablen. Tanto Londres como otros escenarios nuevos —incluido uno más exótico que prefiero no desvelar— aportan matices y peso a la historia. Las descripciones son precisas, nunca recargadas, lo que permite visualizar sin frenar el ritmo. Este cuidado por el entorno es una constante en la autora, y aquí lo maneja con soltura, reforzando la tensión emocional de los personajes a través de los lugares que habitan.
La estructura narrativa es compleja, como en Dentro de casa, pero aquí se nota una mayor ambición. Jewell alterna pasado y presente y recurre a múltiples voces narrativas: algunas ya conocidas, otras nuevas, como la de un detective que introduce una mirada más policial. Los capítulos son breves y dinámicos, y la forma en que se cruzan las historias mantiene el interés. Sin embargo, esa multiplicidad también tiene sus riesgos. Hay subtramas que, aunque interesantes, dispersan la atención y hacen que a veces se pierda el foco emocional. En mi caso, me costó entrar del todo en la primera mitad, en parte por la fragmentación y la cantidad de líneas abiertas.
En cuanto a los narradores, hay una mezcla de primera y tercera persona que ayuda a dar profundidad. Henry, que ya era uno de los personajes más llamativos del primer libro, sigue destacando. Su voz es directa, con un humor negro que descoloca y cierta ambigüedad que lo mantiene en tensión. Es complejo, extraño y, por momentos, incómodo. Lucy tiene escenas potentes, aunque no siempre consigue mantener ese impacto. Entre las nuevas incorporaciones, el detective Samuel Owusu aporta un enfoque distinto, pero su historia no termina de encajar del todo con el resto. Algunos personajes secundarios, como ciertos familiares, funcionan más como piezas narrativas que como figuras con entidad propia. Eso le resta algo de fuerza emocional al conjunto.
Jewell acierta al mostrar cómo el pasado sigue condicionando a Libby, Lucy y Henry. Libby, en especial, debería ser el centro emocional, pero su evolución se queda algo estancada; parece estar ahí más para mover la historia que como personaje con voz propia. Lucy transmite vulnerabilidad y esfuerzo, aunque a veces sus decisiones parecen más pensadas para avanzar la trama que desde una lógica interna. Henry, sin duda, vuelve a ser el más interesante, pero incluso él tiene momentos en los que su tono pierde coherencia, como si la autora no terminara de decidir cómo quiere que lo leamos: ¿está desequilibrado o es simplemente el hermano que intenta cuidar de los suyos?
El estilo de Jewell es el mismo que encontré en Dentro de casa: ágil, claro y envolvente. Los diálogos suenan naturales, las descripciones están bien dosificadas y el ritmo, aunque algo irregular en ciertos tramos, consigue mantenerte leyendo. Puede que esta novela no tenga un giro impactante, pero cierra bien algunos hilos del primer libro y añade nuevas capas a los personajes.
En conjunto, me ha parecido una lectura más redonda que Dentro de casa, con más profundidad emocional y un desarrollo narrativo que, pese a sus altibajos, me ha gustado. Una novela entretenida, ideal para relajarse este verano.
Mi valoración: 3.5/5
Lisa Jewell nació en Londres en 1968. La fiesta de Ralph fue su primer libro y todo un éxito de ventas. Desde entonces, ha escrito dieciocho novelas más. Su nombre aparece de forma recurrente en las listas de los más vendidos del The New York Times y del The Sunday Times y es autora del best seller Dentro de casa y la secuela Aún siguen aquí, ambos publicados en Crossbooks.
Actualmente, vive en Londres, con su marido, dos hijas adolescentes y el mejor perro del mundo.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título original: The Family Remains
Título en español: Aún siguen aquí
Autora: Lisa Jewell
Traducción: Verónica García Pérez
Serie: Dentro de casa #2
Género: Novela negra, thriller
Editorial: Crossbooks
Encuadernación: Rústica con solapas
Dimensiones: 22.5 x 14.5 cm
ISBN: 978-84-08-28167-2
Nº de páginas: 432
Fecha de publicación: 24/01/2024
Idioma: Español
Formato eBook: ePub
ISBN: 978-84-08-28439-0
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