Sinopsis:
Un thriller lleno de tensión y con una premisa impactante: ¿y si un asesino en serie buscado durante más de veinte años fuera un juez en ejercicio?
Lacy Stoltz se ha encontrado en numerosas ocasiones frente a problemas de corrupción en su trabajo como investigadora de la Comisión de Conducta Judicial de Florida. Pero nada la ha preparado para el caso que una asustada pero decidida desconocida quiere poner en sus manos.
El padre de Jeri Crosby fue asesinado hace veinte años. Su muerte sigue sin resolverse pero Jeri tiene un sospechoso al que ha estado siguiendo de manera obsesiva durante dos decadas. En el camino, ha descubierto otras víctimas.
Sus sospechas son firmes pero las pruebas parecen imposibles de conseguir. El culpable es inteligente, paciente y siempre va un paso por delante de la policía. Es el más brillante de los asesinos en serie. Conoce los procedimientos, el trabajo de investigación y, sobre todo…, conoce la ley.
Se trata de un juez de Florida de la jurisdicción de Lacy.
Y tiene una lista con los nombres de todos sus objetivos, personas inocentes que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino y ofenderle de alguna manera. ¿Podrá detenerle Lacy sin convertirse en su próxima víctima?
Opinión:
¡Ay, qué ganas tenía de hincarle el diente a otro thriller de John Grisham! Después de disfrutar varias de sus novelas y quedarme pegada a esas tramas donde la intriga legal se mezcla con una tensión constante, La lista del juez me atraía con fuerza. La premisa —un juez que podría ser un asesino en serie— me parecía irresistible, y confiaba en que Grisham, con su oficio probado en el suspense judicial, sabría cómo mantenerme en vilo.
En esta novela regresa Lacy Stoltz, abogada de la Comisión de Conducta Judicial de Florida, a quien ya conocimos en El soborno. Esta vez se ve arrastrada a un caso mucho más oscuro que la corrupción habitual: una mujer enigmática, Jeri Crosby, la pone tras la pista de un juez aparentemente intocable, pero con un pasado lleno de crímenes sin resolver. Lo que se despliega a partir de ahí es una investigación a contrarreloj, un juego de sombras donde nadie está realmente a salvo y donde la verdad parece escurridiza, como si se resistiera a salir a la luz.
Grisham estructura la historia en capítulos breves y efectivos, que imprimen ritmo y facilitan la lectura. El narrador en tercera persona nos permite entrar en la mente de los tres personajes principales —Lacy, Jeri y el juez—, y ahí está uno de los grandes aciertos del libro: ese vaivén de perspectivas que mantiene la tensión y subraya los contrastes entre ellos. El resto de personajes apenas se perfila y quedan más como piezas funcionales que como figuras con entidad.
Lacy es una protagonista sólida: profesional, racional y con un fuerte sentido de la justicia, aunque en esta entrega su evolución es más errática. A lo largo de la novela vemos cómo la presión del caso la va empujando fuera de su zona de confort, pero algunas de sus decisiones hacia el final no terminan de encajar con lo que sabemos de ella. Lo mismo ocurre con Jeri, una mujer marcada por una obsesión que la consume y que, por momentos, desafía la credulidad: o es una mente brillante o los investigadores oficiales son de una torpeza exasperante. Su determinación es admirable, sí, pero también extrema, y eso la convierte en un personaje interesante, aunque poco matizado.
Y luego está el juez. Meticuloso, frío, inteligente… escalofriante. Es, sin duda, lo mejor del libro. Su presencia impone, y cada escena en la que aparece está cargada de tensión. Es un personaje fascinante por su calma, su planificación obsesiva y su manera de camuflarse en lo cotidiano. Sin embargo, y aquí viene una de mis mayores reservas, su desarrollo hacia el final también se tambalea. No por falta de maldad, sino por cierta pérdida de coherencia en su comportamiento, como si Grisham hubiera forzado ciertas decisiones para encajar con el desenlace.
Era un sociópata que mataba por venganza, pero gozaba con la planificación y la ejecución, y con la perfección de sus crímenes.
Porque sí, el final es mi gran pega. Después de una primera mitad potente y una tensión bien sostenida, esperaba un clímax a la altura. Pero lo que llega es un desenlace apresurado, que no solo desinfla la intriga sino que arrastra consigo la consistencia de los personajes. Lo que hasta entonces parecía cuidado y verosímil, se vuelve de pronto apresurado y poco creíble. No arruina del todo la experiencia, pero sí deja una sensación de “¿eso es todo?” que empaña lo anterior.
Aun así, La lista del juez es un thriller legal entretenido, con una premisa potente, un villano inquietante y varios momentos brillantes. No es una novela redonda, pero demuestra por qué John Grisham sigue siendo uno de los grandes del género. Si te gusta el suspense judicial y puedes perdonarle un final que no está a la altura, probablemente lo disfrutarás.
Mi valoración: 3/5
John Grisham (Jonesboro, Arkansas, 1955) se dedicaba a la abogacía antes de convertirse en un escritor de éxito mundial. Desde que publicó su primera novela en 1988, ha escrito casi una por año. Todas sin excepción han sido best sellers y ocho de ellas han resultado ser una magnífica fuente de guiones para el cine. Entre sus obras destacan los siguientes títulos, todos ellos convertidos también en películas de éxito: Tiempo de matar, La tapadera, El informe Pelícano, El cliente, Cámara de gas, Legítima defensa, El jurado. Sus últimas obras publicadas en España son Ajuste de cuentas, La gran estafa, El caso Fitzgerald, El soborno y Un abogado rebelde.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título original: The Judge's List
Título en español: La lista del juez
Autor: John Grisham
Traducción: Ana Isabel Sánchez Díez
Género: Thriller judicial
Editorial: Plaza & Janés
Encuadernación: Tapa dura
Dimensiones: 23.5 x 16.0
ISBN: 9788401027734
Nº de páginas: 432
Fecha de edición: 13/10/2022
Idioma: Español
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