
Sinopsis:
Los habitantes del apacible pueblecito de Chipping Cleghorn ven alterada su vida cotidiana ante un anuncio en el periódico local que dice: «Se anuncia un asesinato que tendrá lugar el viernes, 29 de octubre, en Little Paddocks, a las seis y media de la tarde». ¿Una broma infantil? ¿O un engaño destinado a asustar a la pobre Letitia Blacklock? Incapaz de resistir la lógica curiosidad, una multitud decide acudir al domicilio de la víctima de esa muerte anunciada en el día y la hora señalados. Cuando el reloj marca las seis y media, las luces se apagan y se oye un disparo… y los allí presentes comprobarán que lo que en apariencia no era más que una extravagancia se convierte en un asesinato que solo Miss Marple podrá desentrañar.
Opinión:
Los respiros vacacionales, donde no hay muchas oportunidades de leer sin interrupciones, son el momento perfecto para leer —o releer, como es mi caso— una novela de Agatha Christie: siempre constituye una buena opción. En esta ocasión, Se anuncia un asesinato, publicada en 1950, me ha acompañado, pues además me sirve para seguir completando mi reto de Todos los clásicos grandes y pequeños promovidos por el blog Las Inquilinas de Netherfield y Nos gustan los clásicos de Un lector indiscreto. En esta novela, la autora construye un rompecabezas que seduce con su ritmo, su astucia y ese juego de pistas que se deslizan ante nuestros ojos sin que siempre las notemos.
No se puede valorar adecuadamente esta obra sin conocer el contexto histórico en que fue escrita. La autora sitúa la trama en la Inglaterra de posguerra, en un pueblo llamado Chipping Cleghorn, donde las casas de piedra y los rumores entre vecinos esconden más de lo que revelan. Este rincón rural, con su aparente sencillez, es un lienzo perfecto para reflejar los ecos de un país en transición: fortunas que se desvanecen, rostros nuevos que llegan con la guerra aún en los huesos. Christie no escribe sobre la posguerra de forma directa, pero sus sombras están por todas partes. La Segunda Guerra Mundial cambió el rostro de la Inglaterra rural: la nobleza perdió parte de su poder económico, muchas casas solariegas se vendieron o fueron ocupadas por desconocidos, y la mezcla social se intensificó. El campo, antes refugio de una cierta rigidez de clases, se vuelve un lugar de tránsito, de transformación. Nuevos ricos, refugiados, militares desmovilizados o mujeres que trabajaron durante el conflicto ahora circulan por pueblos como Chipping Cleghorn. Christie lo sugiere con personajes que no terminan de encajar, con identidades ambiguas, con pasados que no se pueden rastrear del todo. Todo eso crea un clima de desconfianza: la guerra no solo dejó cicatrices visibles, también rompió certezas. En este sentido, el asesinato no solo es el centro de la trama, sino también un símbolo del desorden que subyace bajo la superficie de esa aparente normalidad rural.
La ambientación no nos abruma, pero cada detalle —una taza de té, un comentario casual— está cargado de intención, como si el pueblo mismo guardara un secreto. Algunos podrían opinar que este escenario rural roza el cliché, un eco de tantas otras historias de Christie, pero su encanto reside en cómo transforma lo cotidiano en un tablero de ajedrez donde todos son peones y sospechosos.
«Se anuncia un asesinato que tendrá lugar el viernes, 29 de octubre, en Little Padocks, a las seis y media de la tarde. Amigos todos, aceptad este único aviso».
La historia arranca con un anuncio en el periódico local: una invitación a un “asesinato” en la casa de Letitia Blacklock, una mujer de presencia imponente y pasado esquivo. Lo que parece un juego de salón se torna mortal, y el crimen desata una danza de preguntas: ¿quién miente? ¿Quién oculta algo? Miss Marple, con su mirada de anciana sabia y su mente preclara, llega para desentrañar el enigma —¿cómo lo hace para tener tantos sobrinos, conocidos, amigas, allegados…? Allí donde viaja, un crimen sucede—, observando lo que nosotros ignoramos. La premisa es un anzuelo perfecto: un asesinato anunciado que, aun así, sorprende, y una lista de sospechosos que incluye a todos los presentes, cada uno con un motivo que podría ser la clave. La trama fluye rápida, pero sin prisas, manteniendo el suspense en cada giro.
Miss Marple es la protagonista, esa figura aparentemente frágil que observa más de lo que dice y siempre termina viendo lo que otros pasan por alto. Letitia Blacklock, la anfitriona, tiene algo que descoloca: es carismática, sí, pero también impenetrable. Dora Bunner, su amiga de toda la vida, aporta ternura y despiste, lo que inevitablemente la vuelve vulnerable. También están Patrick y Julia Simmons, los sobrinos, que alternan encanto y sospecha con agilidad. Mitzi, la cocinera extranjera con temperamento impredecible, añade una nota de tensión e histrionismo. Philippa Haymes, serena y reservada, es otra figura que oculta más de lo que muestra. Edmund Swettenham, aspirante a escritor, y su madre, la señora Swettenham, representan la pequeña burguesía venida a menos. El coronel y la señora Easterbrook se mueven entre la altivez y el esnobismo, mientras que el inspector Craddock se convierte en el contrapunto lógico de Miss Marple, siguiendo procedimientos mientras ella escucha lo que no se dice. También destacan Miss Hinchcliff y Amy Murgatroyd, dos solteronas que viven juntas y aportan una presencia entrañable y coherente: la primera, más ruda y pragmática; la segunda, distraída pero observadora. Su amistad, sin énfasis ni afectación, se convierte en un pequeño retrato de lealtad y vida compartida. Cada personaje tiene su lugar, su ritmo, su función, y aunque al principio los nombres puedan parecer muchos, Christie sabe dosificarlos: todos están ahí por algo.
La novela fluye a través de capítulos breves, que como sorbos de un buen veneno mantienen el ritmo vivo, alternando tensión, diálogos punzantes y momentos que invitan a reflexionar. Esta cadencia es adictiva, y la forma en que Christie siembra pistas —unas claras, otras disfrazadas de nimiedades— es un desafío a nuestro intelecto. El anuncio inicial, juguetón y siniestro, marca el tono, y cada página parece susurrarnos: Mirad más de cerca. Algunos lectores podrían achacarle que, en su afán por el misterio, Christie roza temas profundos —la lucha de clases, el peso de la guerra— sin detenerse a explorarlos, dejando que la intriga eclipse todo lo demás. Pero no hay que olvidar que estamos ante una novela de misterio o de intriga, y entretener a los lectores resolviendo un asesinato es el objetivo principal.
El estilo de Christie es un arte de simplicidad engañosa. Su prosa, directa y sin adornos, es un vehículo para diálogos que destilan humor y verdades incómodas. Cada palabra está medida, cada frase es una pista o un desvío.
La autora disfruta jugando con nosotros, dejando caer migajas que solo cobran sentido al final, cuando el telón cae y el rompecabezas se completa. Este talento para manipularnos brilla con fuerza aquí, más pulido que en obras como El misterio de la guía de ferrocarriles, pero igual de íntimo que en Muerte en la vicaría. Frente a El asesinato de Roger Ackroyd, su audacia es más sutil, pero no menos impactante. Por citar algunas debilidades, aunque de tono muy menor, es que su fórmula —aunque magistral— puede sentirse familiar para quienes hemos leído muchas de sus historias —según las vaya releyendo, iré incorporando a la web la reseña correspondiente— y ese elenco de personajes que al principio resulta algo abrumador —qué haríamos sin esa relación de personajes que aparecen cuando abrimos las primeras páginas de cada una de sus novelas—.
Se anuncia un asesinato es una pieza de suspense, una obra que envuelve con su ingenio y reta a ver lo invisible. Su pueblo idílico, sus personajes vivos, su ritmo hipnótico y la mano maestra de Christie la convierten en un clásico imperecedero. Es brillante, un juego literario que seduce y sorprende. Para quienes buscamos misterios que atrapen y desafíen, esta novela es un susurro irresistible: Venid, descubrid la verdad.
Mi valoración: 4/5

Agatha Christie (1891-1976) fue una escritora británica y una de las autoras más influyentes del siglo XX, conocida como la “reina del crimen” por su prolífica producción de novelas de misterio. Nació en Torquay, Inglaterra, en una familia acomodada. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó como enfermera, experiencia que le proporcionó conocimientos sobre venenos, un recurso frecuente en sus historias.
En 1920 publicó su primera novela, El misterioso caso de Styles, donde presentó al detective belga Hércules Poirot, uno de sus personajes más icónicos. A lo largo de su carrera, escribió más de 80 novelas y colecciones de cuentos, destacándose Asesinato en el Orient Express (1934), Diez negritos (1939), Muerte en el Nilo (1937) y El asesinato de Roger Ackroyd (1926). También creó a Miss Marple, una astuta anciana detective, protagonista de varias de sus historias, como Un cadáver en la biblioteca (1942) y El caso de los anónimos (1950).
Christie también incursionó en el teatro con obras como La ratonera, la pieza teatral de mayor duración en la historia. Su legado sigue vigente y sus libros han sido traducidos a más de 100 idiomas, con adaptaciones al cine y la televisión que han mantenido su popularidad a lo largo de las décadas.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título: Se anuncia un asesinato
Título original: A Murder Is Announced
Autora: Agatha Christie
Traducción: Guillermo López Hipkiss
Género: Literatura clásica, novela policíaca, misterio
Editorial: Planeta de Agostini
Nº de páginas: 311
Fecha de publicación original: 1950
Fecha de lanzamiento de esta edición: 24/04/2023
Encuadernación: Tapa dura
ISBN Vol.5: 978-84-1109-073-5
Dimensiones: 23.0 x 15.0 cm
Idioma: Español