Sinopsis:
Mayo de 2024. La inspectora Iria Santaclara ha abandonado el servicio activo para cuidar de Ángel, su marido, convaleciente tras sufrir un ictus, cuando recibe la misteriosa llamada de Ulises Villamor, una de las fortunas más importantes del país y dueño de un imperio vinculado al ámbito sanitario. El empresario le pide que se traslade a su mansión de Loeiro, en la que vive con sus hijos y nietos, para tratar de investigar de manera extraoficial la muerte de su mujer, pues sospecha que esta fue asesinada hace cuatro años por un miembro de su propia familia. La propuesta de correr con los gastos de un costoso tratamiento en Alemania que podría salvar a Ángel convence a Iria, que decidirá instalarse en la Casa Rosa. Pronto se producirá un nuevo asesinato, y la inspectora Santaclara encontrará en su antiguo jefe, el recién jubilado César Araújo, un inesperado apoyo para intentar desentrañar los numerosos secretos que se esconden tras los muros de la lujosa morada.
Opinión:
¿Quién iba a pensar que en Loeiro se iba a cometer un crimen? ¡Y en la Casa Rosa, ni más ni menos!
A todos nos gustan las novelas con un buen crimen que resolver. Cuando supe que Asesinato en la Casa Rosa de Arantza Portabales evocaba las historias de Agatha Christie, supe que tenía que leerla. La cita inicial, que alude a La casa torcida, ya me puso en guardia para lo que prometía ser una lectura llena de secretos familiares, silencios incómodos y giros inesperados. No me equivoqué: esta primera entrega de la serie Los crímenes de Loeiro se cuece a fuego lento, pero termina atrapando con fuerza.
Estamos en mayo de 2024. Iria Santaclara, inspectora de policía en excedencia, ha dejado la comisaría para cuidar a su marido, Ángel, que sufre las secuelas de un ictus. Entonces recibe una propuesta inusual de Ulises Villamor, un magnate del sector sanitario: investigar en secreto si la muerte de su esposa Rosa, ocurrida cuatro años antes durante el confinamiento, fue realmente un accidente… o un asesinato. A cambio, Ulises le ofrece pagar un costoso tratamiento en Alemania para Ángel. Así que Iria acepta e inicia su investigación infiltrada en la Casa Rosa, conviviendo con la familia Villamor, todos con sus propias cargas, secretos y razones para no decir toda la verdad.
Asesinato en la Casa Rosa pertenece al género de la novela negra o thriller doméstico. Tiene ecos de los misterios de habitación cerrada de Christie —con ese ambiente de sospecha constante, pocos personajes y un entorno cerrado como la mansión—, pero también hay algo muy gallego en su ritmo, en su forma de hablar de familia, culpa y silencio. Por momentos recuerda a Domingo Villar por ese costumbrismo local que envuelve todo de una atmósfera real y familiar, incluso cuando hay un cadáver en medio.
Loeiro, el pueblo ficticio donde se sitúa la historia, está inspirado en los típicos pueblos costeros de Galicia, con su aire marinero y su atmósfera cargada de rumores. Aunque no existe en el mapa, se siente real gracias a los detalles que la autora incluye, como el sonido del mar, los jardines donde se cultivan las típicas hortensias, las calles donde los vecinos cotillean y la presencia de una comunidad donde todos se conocen. Tiene ese aire cerrado en el que cada gesto se recuerda, donde las apariencias pesan y el tiempo parece detenido.
Loeiro era un pueblo pequeño, pero su memoria no lo era.
La historia avanza de forma lineal, aunque con flashbacks que reconstruyen las relaciones familiares marcadas por la muerte de Rosa. Es cierto que el arranque es pausado: casi el primer tercio de la novela combina el tanteo de Iria con los Villamor —bajo una mentira que debe sostener para justificar su presencia— y los recuerdos de su vida con Ángel. Estos últimos aportan profundidad al personaje, pero ralentiza el suspense —la introspección emocional no sobra, pero sí altera el ritmo de la investigación, que es lo más apasionante—. Ahora bien, una vez que se supera ese umbral y aparece el primer gran giro, la historia se vuelve mucho más ágil. Los capítulos ganan tensión, se acumulan las sospechas, y aparecen nuevos elementos que te hacen dudar de todos. Y ahí, Portabales demuestra su habilidad para construir una intriga sólida. Hay varios giros bien dosificados que elevan el misterio hasta el final. Me gustó especialmente cómo va desviando tu atención de un sospechoso a otro, hasta que al final no estás seguro de si las elucubraciones que te has hecho serán correctas y, finalmente, ¡zas!, eso no me lo esperaba…
Los personajes son un punto fuerte: están bien construidos y evolucionan a lo largo de la narración. Iria me ha parecido una protagonista bien perfilada, con luces y sombras. Es fuerte, determinada, pero también vulnerable. Su relación con Ángel le da una dimensión emocional que, aunque frena el ritmo en ocasiones, la hace más humana. Ulises es un patriarca imponente y enigmático, y sus hijos, aunque de primeras pueden parecer egoístas y mezquinos, se van desvelando como figuras mucho más complejas. Carmen, la asistenta, o Sinda, la vecina chismosa conocida como la Gestapo, aportan ese aire de pueblo que da autenticidad a Loeiro. Y César Araújo, el exjefe de Iria, suma una presencia amable, casi balsámica.
El estilo de Portabales es claro, sobrio, con diálogos que fluyen bien y descripciones contenidas. No hay excesos ni alardes. Sabe dosificar la información y manejar la tensión. La ambientación, especialmente la Casa Rosa, está muy lograda: la mansión parece guardar memorias en cada rincón, y esa sensación de que las paredes escuchan le da un punto inquietante a la historia.
Asesinato en la Casa Rosa es una novela que exige paciencia al principio, pero recompensa con creces al final. No es un thriller frenético, sino una historia que se cocina a fuego lento, con ingredientes bien escogidos: secretos, culpas, viejas heridas familiares y una protagonista que investiga mientras lidia con su propio dolor. Es una buena mezcla de misterio clásico, drama emocional y suspense psicológico.
Mi valoración: 4/5
Arantza Portabales (San Sebastián, 1973) es licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela. Inició su carrera literaria en 2013 con la microficción. Tras obtener el Premio de Narración Breve de la UNED por «Circular C1: Cuatro Caminos-Embajadores» y el Premio Manuel Murguía de relato por «Xanelas», su microrrelato «Las musas» resultó ganador del concurso de la Microbiblioteca de Barberà del Vallès, que volvió a ganar en 2021 con «Los que observan». Es la autora de la colección de microrrelatos A Celeste la compré en un rastrillo (2015) y del libro de relatos ilustrado Historias De Mentes (2020). En 2015 publicó su primera novela en lengua gallega, Sobreviviendo, que mereció el XV Premio de Novela por Entregas de La Voz de Galicia y que la autora reescribió para su edición en Lumen en 2022 (Premio Tormo Negro Masfarné). Los derechos de su segunda novela, Deje su mensaje después de la señal, publicada inicialmente en gallego y ganadora del Premio Novela Europea Casino de Santiago 2021, fueron vendidos a tres importantes editoriales extranjeras tras la noticia de su edición en Lumen en 2018. Con Belleza roja (Lumen, 2019), ganadora del Premio Frei Martín Sarmiento, inició la serie protagonizada por la pareja de policías Abad y Barroso, que continuó en La vida secreta de Úrsula Bas (Lumen, 2021) y El hombre que mató a Antía Morgade. Asesinato en la Casa Rosa es su última novela (Lumen, 2025), con la que inicia la serie de «Los crímenes de Loeiro». En 2024 ha recibido de la Xunta de Galicia el Premio a la autora más leída en los clubes de lectura.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título original: Asesinato en la Casa Rosa
Serie: Los crímenes de Loeiro #1
Autora: Arantza Portabales
Género: Narrativa contemporánea, thriller doméstico, novela negra
Editorial: Lumen
ISBN: 9788426426710
Fecha de edición: 23/01/2025
Encuadernación: Tapa blanda
Dimensiones: 23.0 x 15.2 cm
Nº de páginas: 440
Despertares de Stonewall 