Reseña. Entre ruinas y belleza: el «Inventario secreto de La Habana» de Abilio Estévez

«Inventario secreto de La Habana» de Abilio Estévez (Ed. Tusquets, 2004)

Opinión:

Hoy os vengo a hablar de una obra que prometo me acompañará si en el futuro vuelvo a visitar La Habana, porque la ciudad tan íntima que he descubierto paseando por sus páginas, jamás la vi en un blog o guía de viajes, digital o física. ¡Ay, solo ahora sé cuántos rincones me perdí! ¡Qué diferente la imagen de aquella ciudad decadente que habitaba en mis recuerdos de la que muestra Abilio Estévez en Inventario secreto de La Habana! Todo un monumento literario a la ciudad cubana, un retrato que trasciende el tiempo y el espacio para capturar su esencia a través de una prosa exquisita y profundamente evocadora que me ha sorprendido y cautivado a la vez. No me lo esperaba; para nada. El autor muestra aquí su maestría para tejer un lenguaje culto, casi arquitectónico, que se despliega con una cadencia rítmica que recuerda el vaivén del mar contra el Malecón. Cada párrafo está impregnado de una sensibilidad poética que convierte a La Habana no solo en el escenario, sino en el alma misma de la narrativa. Su estilo, cargado de imágenes sensoriales —el olor a salitre, el rumor de las calles, la luz que se quiebra en los edificios ruinosos—, eleva la descripción a un nivel de arte puro. En el texto tropecé con alguna palabra autóctona, pero en mi opinión este leve exotismo lingüístico no hace sino enriquecer —además de mi vocabulario—, la inmersión en un mundo que vibra con autenticidad. De verdad, la prosa de Abilio Estévez es un deleite para los sentidos, un equilibrio perfecto entre lo erudito y lo visceral, que nos seduce y desafía a habitar plenamente la ciudad que dibuja con sus palabras.

El argumento de la obra no se somete a una trama lineal convencional, sino que se presenta como una exploración fragmentada y contemplativa de La Habana. A través de una serie de viñetas, recuerdos y reflexiones, su autor nos lleva de la mano por las calles, los edificios y las vidas que han configurado la identidad de la ciudad. No hay un conflicto central ni un desenlace tradicional; más bien, la narrativa se construye como un inventario —tal como sugiere el título— de momentos, sensaciones y memorias que, en conjunto, revelan el carácter multifacético de La Habana. Sin desvelar detalles que rompan la magia de su descubrimiento, se puede decir que la obra es un viaje introspectivo y colectivo a la vez, una meditación sobre el paso del tiempo, la decadencia y la resistencia de una urbe que se niega a ser olvidada. Este enfoque convierte la lectura en una experiencia más sensorial que argumental, un paseo literario por una ciudad que se desdobla entre la realidad y el mito.

Y qué felices debíamos ser entonces, sin saberlo, absolutamente inmortales, sin saberlo. Y haber tenido que esperar cuarenta años (o más) para comprender esa delicia. Qué raro estar obligados a perder la eternidad, para alcanzar a conocer que alguna vez se participó de esa sustancia de los dioses.

El narrador de Inventario secreto de La Habana adopta una voz en primera persona que oscila entre lo íntimo y lo omnisciente, como si fuera un habitante más de la ciudad que, al mismo tiempo, la observa desde una distancia reflexiva. Este narrador no se limita a relatar; dialoga con La Habana, la interroga, la acaricia con sus palabras. Hay en su tono una mezcla de nostalgia y reverencia, pero también una lucidez que no rehúye la crudeza de la realidad. Mientras lees, sientes que acompañas al autor en su recorrido. El narrador actúa como un guía poético, un cronista que no solo describe lo que ve, sino que interpreta lo que La Habana significa en el imaginario colectivo.

La estructura de la obra refuerza la sensación de fragmentación y totalidad. Está organizada en capítulos breves, casi como entradas de un diario o piezas de un mosaico, que no siguen una cronología estricta, sino un orden emocional y temático. Esta disposición fragmentada refleja la propia naturaleza de La Habana: una ciudad de contrastes, de ruinas y esplendores, de historias que se entrecruzan sin llegar a resolverse del todo. Asimismo, la edición introduce fragmentos de otros autores que han escrito sobre La Habana y cuya colocación no acabó de convencerme. Estos textos, que incluyen visiones de figuras como José Lezama Lima, Reinaldo Arenas, Alejo Carpentier, Ernest Hemingway, Luis Cernuda o María Zambrano, aportan una polifonía interesante, un coro de voces que enriquece el contexto histórico y literario de la ciudad. Sin embargo, su integración en medio de los capítulos me supuso una interrupción del flujo hipnótico de la prosa de Estévez. Personalmente, hubiera preferido que estas citas se agruparan al inicio o al final de cada sección, sin quebrar su continuidad.

En cuanto a los personajes, Inventario secreto de La Habana no se centra en figuras individuales con desarrollo psicológico al uso, sino que prioriza a la ciudad como ente vivo y a sus habitantes como ecos de su espíritu. Los personajes humanos que aparecen —vecinos, transeúntes, figuras del pasado— son más bien sombras o siluetas que encarnan aspectos de la experiencia habanera: la melancolía, la resistencia, el humor ácido. No hay una profundidad psicológica en el sentido clásico, pero esto no es un defecto, sino una elección deliberada. El autor parece sugerir que los verdaderos protagonistas son los espacios —la Plaza Vieja, el Capitolio, los solares— y las memorias que habitan en ellos. La Habana misma se convierte en un personaje complejo, lleno de contradicciones: hermosa y devastada, orgullosa y vulnerable, eterna y efímera. Esta personificación de la ciudad, lograda a través de la prosa, es tan vívida que no se echa en falta una mayor elaboración de las figuras humanas.

Lo recuerdo: todos se movían como si cada movimiento, cada gesto, significara algo especial o poseyera un valor. Para cada acto, hasta para el más simple, se disponía de todo (todo) el tiempo. […] Y así vivíamos lujosamente. En aquel saber estar sin hacer nada.

Inventario secreto de La Habana es una obra que fascina por la belleza de su lenguaje y la intensidad de su evocación. La prosa de Abilio Estévez es un regalo literario, una corriente que nos arrastra por los rincones de una ciudad inmortalizada con amor y lucidez. A pesar de que la edición, con sus fragmentos intercalados, pueda no satisfacer del todo —al menos a esta lectora, que habría optado por una estructura más fluida—, el brillo de la escritura central permanece intacto. Es un libro para saborear lentamente, para dejarse envolver por sus palabras como por el calor húmedo de una tarde habanera, y para rendirse ante el talento de un autor que convierte la literatura en un acto de devoción.

Mi valoración: 4.5/5

Puntuación: 4.5 de 5.

Abilio Estévez (La Habana, 1954) reside en Palma de Mallorca, se licenció en Lengua y Literatura Hispánicas y es autor de novelas unánimemente aclamadas por la crítica y traducidas a más de ocho idiomas como Tuyo es el reino, merecedora del Premio de la Crítica Cubana 1999 y, en Francia, del Premio al Mejor Libro Extranjero 2000, Los palacios distantes, seleccionada por La Vanguardia como Libro del año en 2004, El navegante dormido o El bailarín ruso de Montecarlo. Es también autor del libro de cuentos El horizonte y otros regresos, de Inventario secreto de La Habana y Manual de tentaciones —Premio Luis Cernuda (Sevilla, 1986) y Premio de la Crítica Cubana (1987)—, así como de los monólogos teatrales Ceremonias para actores desesperados. Saludado como «uno de los mejores narradores latinoamericanos de la hora presente» (Miguel García-Posada, Abc), «nuestro particular Proust caribeño» (Antonio Baños, Qué Leer), «el escritor cubano más interesante de nuestro tiempo» (Jordi Llavina, La Vanguardia), Abilio Estévez vuelve con unos cuentos tan duros como bellos.

FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título: Inventario secreto de La Habana
Autor: Abilio Estévez
Editorial: Tusquets
Colección: Andanzas
Género: Narrativa contemporánea
Encuadernación: Rústica con solapas
Dimensiones: 21.0 x 14.0 cm
Fecha de edición: 01/11/2004
ISBN: 978-84-8310-287-9
Nº de páginas: 352
Idioma: Español

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