Reseña. «Mis días en la librería Morisaki», un refugio para el corazón

«Mis días en la librería Morisaki» de Satoshi Yagisawa (Ed. Urano, sello Plata, 2023)

Opinión:

Como amante de los libros, hay historias que se cuelan en el alma con la suavidad de una página que se desliza entre los dedos, y Mis días en la librería Morisaki de Satoshi Yagisawa es una de ellas. Publicada originalmente en Japón en 2008 y traducida al español en 2023 por Ediciones Urano, bajo el sello Plata, este pequeño gran libro —ganador del Premio Literario Chiyoda— se ha convertido en un fenómeno editorial que trasciende fronteras.

Mis días en la librería Morisaki se inscribe en una tradición literaria japonesa que valora lo cotidiano como un lienzo para emociones profundas. Satoshi Yagisawa, nacido en 1977 en Chiba, debutó con esta obra que destila simplicidad y ternura, dos rasgos distintivos de ciertas corrientes narrativas niponas contemporáneas. La novela llega en un momento en que el mundo, acelerado y caótico, parece necesitar más que nunca historias que inviten a detenerse, a respirar, a sanar. No es casualidad que haya resonado en países como Corea, Vietnam, Taiwán y ahora en Occidente: su mensaje universal sobre la redención a través de los libros y las conexiones humanas trasciende cualquier barrera cultural.

La historia se desarrolla en el Tokio actual, específicamente en el barrio de Jinbocho, conocido como la “ciudad de los libros”, un lugar real que alberga cientos de librerías de segunda mano y que tiene sus raíces en la era Meiji, cuando la proliferación de escuelas fomentó el comercio de textos académicos y literarios. Este trasfondo no solo enriquece la ambientación, sino que sitúa a la novela en un espacio donde los libros son más que objetos: son puentes hacia el pasado, el presente y el futuro.

Y es precisamente la ambientación lo que hace que esta novela sea un regalo para quienes amamos la literatura. Su autor describe Jinbocho, con sus escaparates repletos de volúmenes polvorientos y su atmósfera ajena al tiempo, con un cariño palpable: el olor a papel viejo, el crujir de la madera en el edificio de la librería Morisaki, las torres de libros que amenazan con derrumbarse. Cada detalle evoca esa sensación de refugio que solo un amante de los libros puede entender. Incluso la librería misma, con sus ocho tatamis y su aire desgastado, es un espacio íntimo y mágico; imposible no imaginarla como un santuario donde el tiempo se detiene y donde las historias de los libros se entrelazan con las de las personas que los habitan.

La novela está dividida en dos partes bien delimitadas que reflejan la evolución emocional de la protagonista (Takako). Esta estructura sencilla, casi minimalista, es un reflejo del estilo japonés de las short novels, donde cada palabra cuenta y nada sobra. La primera parte nos presenta a Takako en su punto más bajo, sumida en la desolación tras un desengaño amoroso, y su llegada a la librería Morisaki como un refugio inesperado. La segunda parte, más introspectiva, explora su reconciliación con la vida y las relaciones que la rodean, incluyendo la misteriosa historia de amor de su tío Satoru.

El ritmo es pausado, contemplativo, como el de una tarde hojeando libros en una librería polvorienta. No hay giros bruscos ni grandes clímax, pero esa calma es precisamente su fortaleza: nos permite sumergirnos en las emociones de los personajes y en la atmósfera del relato.

La historia está narrada en primera persona por Takako, una joven de 25 años que, al inicio, se siente perdida y descolorida. Este tipo de narrador es un acierto, pues nos permite acceder directamente a sus pensamientos y emociones, desde la rabia y el dolor inicial hasta la lenta reconstrucción de su espíritu. Su voz es directa, sin adornos, lo que refuerza la sensación de cercanía y autenticidad. Takako, que no era lectora antes de llegar a la librería, experimenta una evolución no solo personal, sino también literaria. Este personaje nos recuerda cómo los libros pueden cambiarnos, incluso cuando menos lo esperamos.

Por primera vez en mi vida, sentí que los libros me estaban hablando. No era solo leer palabras en una página, era como si me contaran sus secretos, como si me invitaran a formar parte de algo más grande.

Otro personaje importante es Satoru, el tío de Takako; el contrapunto perfecto. Excéntrico, parlanchín y apasionado por los libros, regenta la librería familiar con un entusiasmo casi infantil. A primera vista parece un personaje secundario caricaturesco, pero conforme avanza la historia descubrimos sus propias heridas. Su relación con Takako, inicialmente tensa, se transforma en un vínculo de apoyo mutuo que destila calidez y humor.

Por supuesto hay otros personajes (Momoko, Tomo,…) que aparecen de forma más tangencial, aportando matices a la narrativa. Son figuras que, aunque no se desarrollan en profundidad, enriquecen el microcosmos de Jinbocho con sus pequeñas historias de amor, pérdida y búsqueda.

Mis días en la librería Morisaki es una historia sencilla, tierna, que reconforta el corazón como una taza de té en un día frío. Su belleza reside en su capacidad para hablar de temas universales —el desamor, la soledad, la redención— a través de la lente de los libros y las relaciones humanas. Takako y Satoru nos recuerdan que siempre hay un nuevo comienzo esperándonos, a veces escondido entre las páginas de un libro olvidado.

Si buscas una lectura que te abrace y te devuelva la fe en las pequeñas cosas, este es tu libro. Como dice Takako, la librería Morisaki no es solo un lugar: es donde la vida, la verdadera vida, comienza.

Mi valoración: 3.5/5

Puntuación: 3.5 de 5.

Satoshi Yagisawa, nacido en 1977 en Chiba, Japón, es un escritor cuya sensibilidad y amor por los libros han conquistado a lectores de todo el mundo. Graduado de la Facultad de Artes de la Universidad de Japón, Yagisawa irrumpió en la escena literaria con su novela debut, Mis días en la librería Morisaki (Morisaki Shoten no Hibi), publicada originalmente en 2008. Esta obra, publicada en España por Ediciones Urano bajo el sello Plata en 2023, le valió el prestigioso Premio Literario Chiyoda y marcó el inicio de una carrera dedicada a explorar las emociones humanas a través de historias sencillas pero profundamente conmovedoras.

Yagisawa ha continuado la saga con títulos como Una velada en la librería Morisaki (Ediciones Urano, sello Plata, 2023). Amante del café y la guitarra, su vida personal refleja la misma calma y autenticidad que impregna sus escritos, haciendo de él una voz entrañable en la literatura japonesa contemporánea.

FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título original: Morisaki Shoten no Hibi
Título en español: Mis días en la librería Morisaki
Autor: Satoshi Yagisawa
Traductora: Estefanía Asins
Editorial: Plata (Ediciones Urano)
Género: Ficción contemporánea
ISBN: 978-84-92919-16-1
Encuadernación: Tapa blanda
Dimensiones: 21.3 x 13.5 cm
Nº de páginas: 160
Fecha de edición: 24/01/2023

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