Reseña. «La casa infernal» de Matheson, el horror que habita en cada rincón

«La casa infernal» de Richard Matheson (1971; Ed. Minotauro, 2019)

Opinión:

Tras La maldición de Hill House de Shirley Jackson, el fin de semana pasado hice una inmersión a otra obra famosa sobre casas encantadas: «La casa infernal» de Richard Matheson. No solo la leí, sino que la noche en que la terminé decidí ver la adaptación de 1973, dirigida por John Hough y guión del propio Matheson; y madre mía, que mal ha envejecido… tuve que abandonar antes de llegar al desenlace. No obstante, esta se considera una de las mejores películas de terror gótico de los años setenta y una adaptación digna de la obra de Matheson. Aquí me voy a centrar en el libro.

Su autor, Richard Matheson, es uno de los grandes maestros de la literatura de terror y ciencia ficción del siglo XX. Conocido por obras como Soy leyenda y El hombre menguante, su influencia se extiende a otros escritores del género de terror como Stephen King. La casa infernal, publicada en 1971, es una de sus novelas más perturbadoras, donde el autor aborda el horror de las casas encantadas desde una perspectiva psicológica y física. En comparación con Otra vuelta de tuerca de Henry James o La maldición de Hill House de Shirley Jackson, Matheson toma los elementos clásicos del género y los lleva al extremo, combinando el horror psicológico con lo grotesco y lo sexual, lo que le da un tono más moderno y explícito.

La historia comienza cuando el millonario Rolf Deutsch, ya en su lecho de muerte, financia una investigación paranormal con el propósito de descubrir si hay vida después de la muerte. A tal fin contrata a un equipo compuesto por el doctor Lionel Barrett, un físico especializado en lo paranormal; su esposa Edith; Florence Tanner, una médium espiritualista; y Benjamin Fischer, un poderoso médium que es el único sobreviviente de un intento anterior de investigar la legendaria Casa Belasco.

La mansión, conocida como “la casa infernal”, perteneció al sádico Emeric Belasco, un hombre con una historia depravada de excesos, violencia y perversión. Se cree que su espíritu, junto con los de sus víctimas, aún habita la casa. A medida que el equipo se adentra en la investigación, comienzan a experimentar fenómenos cada vez más violentos y perturbadores que ponen a prueba su cordura, sus creencias y su propia supervivencia.

A diferencia de la película, la novela me ha gustado. Matheson construye aquí una atmósfera densa y opresiva en torno a la Casa Belasco. La mansión no es solo un escenario, sino un ente en sí mismo, una entidad maligna, capaz de corromper y destruir a quien ose aventurarse en su interior. La descripción de los pasillos oscuros, las habitaciones en decadencia y los sucesos inexplicables contribuyen a la sensación de claustrofobia y paranoia que envuelve a los personajes. Además, la casa parece ser una manifestación física de los horrores que ocurrieron en su interior; cada habitación, cada objeto y cada sombra están impregnados de violencia y sufrimiento.

Esta casa no quiere que sepamos la verdad. Nos confundirá, nos dividirá y nos destruirá si se lo permitimos.

La casa infernal explora temas como el escepticismo científico frente a lo paranormal, la represión sexual y los traumas psicológicos a través de un narrador en tercera persona, con un enfoque omnisciente que permite explorar los pensamientos y emociones de los diferentes personajes. Esto es clave para el desarrollo de la historia, ya que el terror no solo proviene de los fenómenos sobrenaturales, sino de la manera en que la casa explora y exacerba las debilidades de cada personaje. Respecto a estos, creo que están bien definidos y claramente cumplen un rol dentro de la historia, si bien no todos ellos están tratados con la misma profundidad.

Benjamin Fischer es el más complejo y con mayor evolución; pasa de un hombre con actitud pasiva, distante y reservada, a un hombre de acción cuando se enfrenta al verdadero horror de la mansión. Es precisamente el personaje que me ha parecido más interesante. Por otra parte, el personaje de Florence Tanner, también tratado con bastante profundidad, es el más predecible y el que más lástima me ha dado; es quien representa la fe y la compasión en la casa.

Menos profundidad encuentro en los personajes de Lionel Barrett y Edith Barrett. El primero, que es el que representa al hombre de ciencia, escéptico y racional, y por tanto, clave como contrapunto en la trama, apenas evoluciona. Más desdibujada aún queda su mujer, Edith, cuya represión sexual es explotada por la mansión.

No son los únicos personajes…

La trama transcurre en dos líneas temporales principales, pasado y presente —entendiendo por presente el de la novela, 1970—. La narrativa es lineal en su mayor parte, aunque el pasado de la casa se reconstruye a través de los testimonios, documentos y experiencias de los personajes dentro de la mansión. La historia principal, el presente, transcurre en algo menos de una semana lo que aporta agilidad.

En cuanto al estilo de Matheson, es directo y preciso, sin perder la riqueza descriptiva necesaria para construir el horror. Su prosa tiene un ritmo ágil, lo que mantiene la tensión constante y evita que la lectura se estanque.

No hay voluntad más fuerte que la de una casa que quiere seguir siendo un infierno.

Con sus fortalezas y debilidades, La casa infernal sigue siendo una lectura imprescindible para los amantes del terror.

Mi valoración: 3.5/5

Puntuación: 3.5 de 5.

Richard Matheson (1926 – 2013) es considerado uno de los autores más influyentes del siglo XX por escritores de la talla de Ray Bradbury o Stephen King. Además de su contribución a la ciencia ficción, el terror, la fantasía y el western, Matheson destaca por su labor como guionista. Llevan su firma algunos de los capítulos más memorables de las emblemáticas The twilight zone, Star Trek o The Alfred Hitchcock Hour; además de las adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe dirigidas por Roger Corman o el primer trabajo cinematográfico de Steven Spielberg. También varios de sus relatos han sido llevados a la gran pantalla, como El increíble hombre menguante en 1957 o El último escalón en 2000. Pero el más recordado de todos ellos es Soy leyenda.

Entre los numerosos premios que ha obtenido se hallan el World Fantasy (1976, 1978, 1984, 1990), el Bram Stoker (1990, 1991), el International Horror Guild Award (2000), el Retro Hugo (2001), el Locus (1990), el Readercon (1990) y el British Fantasy (1996).

FICHA TÉCNICA DEL  LIBRO:
Título original: The Hell House
Título en español: La casa infernal
Autor: Richard Matheson
Traductora: Isabel Merino Bodes
Editorial: Minotauro
Género: Terror
Encuadernación: Rústica con solapas
Dimensiones: 23 x 15 cm
ISBN: 978-84-450-0681-8
Nº de páginas: 320
Idioma: Español


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