Un nuevo comienzo

Hace tiempo, el fallecimiento de alguien muy importante en mi vida me hizo abandonar las redes sociales y dejar de escribir comentarios y reseñas sobre los libros que leía (mi pasión), porque se me hacía insoportable seguir con una actividad que ambos compartíamos. Siempre se las leía antes de publicarlas. Daba igual lo que leyese, no se escandalizaba. «Niña, es literatura», me decía.

Hoy, otro ser querido se ha ido. Y he creado este rincón como vía de escape para todo lo que pienso. No tiene lógica. Tampoco espero nada de ello. Solo obedezco a un impulso. Realmente me apetece hacerlo (si supierais el tiempo que he dedicado a buscar y recuperar las dichosas contraseñas de correo y Facebook…).

Es curioso. Suelo guardar silencio cuando alguien admira mi fortaleza. No puedo decirles que se equivocan, que sigo adelante por pura cabezonería. ¿Por qué tengo que ser fuerte? ¿Para que otros se apoyen en mí? No es justo. Yo también desearía tener a alguien que sujetara el manillar de mi bici…

En fin, aquí estoy. Decidida a recuperar una parte de mí que había dejado aparcada.

¡Muchas gracias a todos!


Deja un comentario